La galería de los horrores

La selección española está en la cima del mundo por méritos propios. Sin embargo, conviene echar la vista atrás para que no se vuelvan a repetir situaciones sonrojantes que nos hicieron ser, durante años, los campeones morales del balompié.

1978 – El gol de Cardeñosa

Tiene bemoles que se llame «gol» cuando no entró. En un partido contra Brasil, al jugador del Betis se le ocurrió dar hasta tres toques al balón cuando tenía la portería vacía. Lógicamente, la cosa acabó mal:

1994 – Salinas vs. Pagliuca

Hay jugadas que definen a un jugador. Salinas hacía lo difícil y fallaba lo fácil. Y aquel mano a mano contra el portero italiano en el Mundial de EE.UU. era muy fácil. Sobre todo, cuando Pagliuca se venció a un lado, como un ciego que da un palo. Lo peor de todo es que, habiendo elegido el arquero el lado incorrecto, Salinas se la tiró… al pie de apoyo. Y acertar ahí era muy difícil. Lástima que no tuviera premio a la originalidad, y España se volviera para casa de vacío (una vez más)

1998 – Zubizarreta, primer portero en marcar un gol en un Mundial

En los primeros compases del Mundial de Francia-98, José Luis Chilavert, excéntrico guardameta paraguayo, apostó que sería el primer arquero en marcar un gol en una fase final. No en vano era un consumado lanzador de faltas y un especialista en penaltis. Pero se equivocó. No porque no acertara a meter un gol, sino porque se le adelantó, muy a su pesar, Andoni Zubizarreta.

Sucedió en el primer partido de España, ante Nigeria. El combinado nacional ganaba 2-1 cuando, en una acción sin peligro y sin ángulo, a Zubi se le dobló la mano al tiempo que evidenciaba que la agilidad nunca había sido lo suyo.  El caso es que el balón entró, sin que supiera cómo ni el jugador nigeriano que se levanta con cara de «Ah, pero, ¿he metido gol?»

2000 – El penalty de Raúl

En la Eurocopa de Bélgica y Holanda, España acudía, una vez más, como favorita al título. La cosa empezó mal, perdiendo contra Noruega, y se pasó a la segunda ronda con un gol de Alfonso en el minuto 94 del último partido de la primera fase. En cuartos nos esperaban los franceses que nos tiraban la fruta, que se pusieron con un 2-1 que parecía definitivo. En el último minuto, Blanc le hizo penalty a ¡Abelardo! y el futuro de la roja se quedó en las manos de Raúl. Evidentemente, si el sosainas blanco tenía que dar el do de pecho, la cosa sólo podía acabar de una manera: mal.

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